La seguridad de las personas depende en muchas ocasiones de la posibilidad de pedir auxilio en los instantes iniciales de la agresión.

Los trabajadores que son susceptibles de ser agredidos por otras personas, disponen con los botones de pánico de una herramienta eficaz para comunicar su situación al personal de seguridad. Los dispositivos de alarma pueden ser portados por el trabajador (pulseras), superficialmente en pared o colocados bajo la mesa u otro lugar discreto. Al utilizar tecnología inalámbrica, no requieren instalación y sus baterías de larga duración son supervisadas, pudiendo conocerse incluso la capacidad restante.
La herramienta para la seguridad del trabajador. El personal de seguridad recibe cualquier incidencia con información de la persona que activa la a alarma, así como su ubicación habitual. Opcionalmente el botón de pánico puede ser completado con otras funcionalidades como las estaciones de sobrepuerta que actúan notificando acústica y visualmente la alarma o en combinación con un sistema de localización (RTLS) para conocer la ubicación exacta desde donde proviene la alarma o incluso alarmas automáticas por posicionamiento en zonas de riesgo de forma prolongada aun sin necesidad de pulsar el botón.